VIGILANCIAS DE PERSONAS QUE TRABAJAN FUERA DE LA SEDE EMPRESARIAL
Constituye un grave perjuicio para una empresa que personas cuyo trabajo se realiza fuera de la sede física de la misma se dediquen a realizando servicios personales durante la jornada laboral o lo que es más grave, presten servicios para otra empresa. Es el caso de los agentes comerciales, representantes, repartidores, visitadores médicos etc.

EL SEGUIMIENTO “VIRTUAL”
Las nuevas tecnologías, pueden llegar a ser muy útiles para el detective privado. Así, por ejemplo, utilizando estas tecnologías y aplicaciones podemos realizar fácilmente el seguimiento virtual de una persona, siempre consultando sus perfiles públicos. Sin embargo, acceder a las comunicaciones privadas (whatsapp, e-mails…) es una tarea que no puede ser desarrollada por cualquiera, ya que hay que contar con autorización judicial y estar acreditado.
El teléfono móvil con la infinidad de aplicaciones disponibles ha favorecido que prácticamente sin una intencionalidad clara, cualquier persona que disponga del número de teléfono de otra, pueda hacer una especie de seguimiento, ya que la aplicación de GPS, entre otras, permite conocer la ubicación al instante. Aplicaciones de mensajería instantánea (como el conocido “Whatsapp”) nos permiten conocer si el mensaje ha sido recibido, cuándo fue la última conexión, etc… El broche final lo ponen las redes sociales, a través de las cuales observando las publicaciones de un perfil (comentarios, fotos…), podemos realizar un seguimiento de la actividad de una determinada persona.
En definitiva, en la mayoría de ocasiones la investigación tendrá que ir acompañada de un seguimiento y de una investigación in situ, física, en persona, como antaño, pese a que hemos pasado en poco tiempo de la máquina de escribir y las cámaras de carrete, a un universo de posibilidades prácticamente infinito. Los investigadores han encontrado en los nuevos gadgets sus mejores amigos, sus mejores compañeros de profesión. El cambio es evidente, la gente cada vez maneja más aplicaciones como WhatsApp o Telegram, sin olvidarnos del mundo Facebook y esto hace que exista un mundo social por medio de la red en el que existen multitud de conversaciones que pueden ser de interés para casos de infidelidad especialmente, pero también para temas de índole laboral en los que se pueden cruzar conversaciones que actúen sobre competencias desleales o fugas de información.
Igualmente, el detective tiene que hacer un gran esfuerzo para tener claro el límite de sus investigaciones, hasta donde puede llegar es en teoría fácil: hasta donde la Ley lo permita, si pero los límites no son siempre claros o tasados y algunas veces tendrán que recurrir a informarse a través de asociaciones o mediante las bases de datos de Jurisprudencia.
El problema, es que para muchos clientes pueden verse desilusionados cuando se les informa de la ilegalidad de su solicitud y por lo tanto de la imposibilidad de su realización al vulnerar el Derecho a la Intimidad sobre el Secreto de las Comunicaciones, por lo que finalmente, hay que recurrir a los seguimientos para obtener gran parte de la información solicitada.